Buenas noches!
Ahora que me fijo, todas las entradas de la web comienzan igual, con el «buenas noches» de turno, pero cierto es que siempre las hago ahora, después de cenar, cuando el enano está dormido y puedo estar tranquilo en el sofá con el portátil, auriculares y Spotify 🙂
Hoy el tema va sobre mis impresiones personales sobre mi nueva montura, la WRC Thunder de Conor. Tras un mes y poco de uso, creo que puedo dar mis primeras opiniones sobre la misma. Ojo, esto es personal y es como los culos, cada uno tiene uno…
Cómo ya sabeis, yo venía de una rígida, de la WRC Racing GX Eagle, con la cual estaba encantado, pero tocaba hacer un cambio y subir un escalón. Lo que más miedo me daba, a priori, era el cambio de geometría, pero cierto es que me he adaptado rápidamente. Os dejo ambas geometrías para comparar.
Cómo ya expliqué, hice una primera salida tal cual venía de serie, sólo ajusté las medidas para mi altura (extrapoladas de la WRC Racing, sacadas por mi amigo Jon Bru).
Lo que más me sorprendió fue su ligereza, no llega a 12 kg en talla XL… ya está bien, y doble suspensión. Decir que hasta la parte trasera es de carbono, cosa que mucha gente me suele preguntar. El primer día fue pisteo puro y duro, amortiguador trasero bloqueado y adelante abierto (siempre quito el bloqueo remoto de la horquilla, jamás bloqueo). Sin buscar nada, vi que los tiempos en Strava mejoraron, repito, sin buscar nada, sólo probando la bici. En un tramo de pisteo en subida que suelo hacer, subí muy ágil, sorprendido por ello, creía que aun llevando el Monarch de Rock Shox bloqueado, se «contaminaría» el pedaleo, y no es así, para nada. Y peso 90 kg, que no es broma.
Si que noté que el barro se acumulaba bastante, pero ese era un problema de las Vittoria AKA, que tienen el taco rodador y no evacuan nada el barro. Los frenos de serie de puta madre, una frenada muy buena pero sin llegar a mis Galfer de siempre, a los que estoy más que acostumbrado. Pero para ser la primera salida sin hacerles rodaje, muy bien.
Tras ésta salida, modificaciones al canto. Mis puños Rifyl, los discos y pastillas Galfer (160 mm detrás y 180 mm adelante) y neumáticos nuevos, también de la marca Vittoria, los GATO, digamos que específicos para invierno, tubelizados, of course. Y como no, mis nuevos guardabarros de Assault Bike Wear.
Una nueva salida con éstas modificaciones ya fue un poco más variada: pista, sendero, barro, hierba, alguna trialera… IMPRESIONANTE. De pedalear toda mi vida sobre algo rídigo, y bajar con miedo (porque soy miedoso y bajo giñadico) a poder bajar más tranquilo, con la seguridad y tranquilidad de notar un mayor aplomo de la bicicleta, sintiendo que no se despega del suelo con cada bache, es una maravilla.
Te permite «fallar» más en la trazada puesto que se lo traga prácticamente todo. Repito, os estoy hablando desde mi visión de novato en la doble suspensión. Cuando venía algún repecho potente, no echaba de menos desarrollo, puesto que llevo de máximo un 26/42 y no he echado en falta mi querido Eagle 🙁 para subir.
Lo que sí se me hace raro, muy raro, es el doble plato, estoy acostumbrado al monoplato y me cuesta mucho ahora ir en una marcha cómoda, no sé como explicar. Antes con el Eagle iba con plato 34, ahora es de 36, y esos dos dientillos, se notan. Imagino que conforme vaya pasando el tiempo, me haré a éste 2×11 pero… que viva el monoplato 🙂
He notado mucho cambio a la hora de llegar a casa, según el trayecto, antes podía llegar con alguna molestia en la espalda, ahora nada de nada. Y me cuesta un poquito el pequeño «vaivén» de la suspensión trasera al ir abierta, que es mínimo, pero merece la pena ya que luego estás mucho más descansando «lumbarmente» por así decirlo.
Para éste año 2018 ya son varias las pruebas a las que iremos así que probaremos la WRC Thunder por todo tipo de terrenos: pista, hormigón, senderos, barrizales, arena… todo se andará, o mejor dicho, se peadelará!!!
Un saludo!!!