Saltar al contenido

12h Ciclyng Fest… repetimos?

Buenos días!

Quien no tiene algún amigo que te dice… oye, nos apuntamos a X? Pues eso me pasó a mí, no hace mucho cuando Jordi me dijo: oye, nos apuntamos a las 12 horas CiclyngFest de Cheste? Venga va… lo hacemos, pero punto 1, no tengo bici de carretera 🙂

Así que una vez apuntados, me tocó pedir bicicleta, lo tenía fácil porque sabía que algún compañero de la fábrica me dejaría, y así fue, me traje la joya de la corona: la WRC Volcano montada con ruedas WRC de carbono y DuraAce di2.

Ahora sólo quedaba salir a entrenar… se supone que lo fácil, pero entre el trabajo, la familia y sobre todo, la salud que no me ha acompañado durante una temporada por diversos motivos, el momento en el que me monté en la salida en Cheste, era la 5ª vez que la usaba, sí, la 5ª.

Y las 4 veces que la utilicé, lo máximo fue unas 2,5 horas, pero bueno, las sensaciones no eran malas la verdad. Y otro punto con el que no contaba era a la hora de montar mi foco de Exposure Light, que ya os enseñé en su momento. Es un foco de putísima madre, muy potente con una autonomía cojonuda, ideal para este tipo de eventos, peeeeeero que para colocarlo, tiene una abrazadera para manillares redondos (obvio). Así que hubo que recurrir a mis compañeros mecánicos de Conor, que son unos enfermos del 3D. Ahora os enseño el resultado de la pieza que fabricó mi compi Oscar Viscarret para colocar el foco en el manillar plano de Conor.

Perfectamente sujeta al manillar, con la opción de poder corregir el ángulo de «visión» así como su desmontaje para poder cargarla.

Y con toda la logística preparada, sólo faltaba bajar. Lo hicimos el mismo sábado por la mañana, sin prisas, para llegar a Cheste a eso de las 4, ya que hasta esa hora, no permitían el acceso al propio recinto. Paradita a comer y a las 16:15 estábamos en la cola de coches, esperando el acceso. Aparcar, ir a la oficina de carrera a recoger documentación y el transponder, montar el chiringuito en el box asignado y esperar a las 18:00 para el briefing de carrera.

Los boxes muy amplios, unos 80 metros cuadrados en los que estábamos 6 equipos. Casi todos con la mesilla de camping, unas sillas y demás, aunque hay gente que va con colchones para descansar en los ratos de relevo. En nuestro box estábamos dos equipos de 2 y el resto eran individuales. Entre ellos Ángel, de Ciclos Sanchez… ostia que crack.

Llevaba en la bici más baterías que las que puede haber en Chernovil. Dos luces traseras, dos focos delanteros, la cámara para grabar, un altavoz y un mp3 con el que nos fue amenizando las vueltas. Además, en cada rueda llevaba un montaje de luz alucinante. Una especie de placa informática alimentada desde la batería ubicada en el buje, tipo las de Garmin, que cuando iba pedaleando, hacía dibujos, os pongo una foto de ejemplo que le saqué mientras pedaleaba Jordi.

Se puede ver la luz trasera parpadeante más las luces de las ruedas, donde se aprecian unas calaveras y unos marcianillos tipo videojuego. Brutal, de verdad. Hubo ratos en los que Ángel nos ayudó mucho con su compañía, y a que ritmo iba el jodío. Aquí os dejo un pequeño video que le grabé en una de sus paradas, con esta marcha toda la noche.

Bueno, pues nosotros nos pusimos de acuerdo y empezaba yo la prueba, ya que me apetecía hacer fotos a la hora del amanecer, esperando que el cielo acompañara, cosa que no hizo… porque desde la salida, estaba negro como el sobaco de un grillo.

Nos colocaron en la recta de meta, a modo LeMans y banderazo de salida. Aquí hubo de todo, gente que salió a tope, otros más tranquilos… así pasó luego claro, que algunos pegaron un reventón del 15. A donde vas saliendo haciendo sprint cuando te quedan 12 horas por delante? Empecé muy cómodo, a buen ritmo, aclimatándome a los 4 km y 33 mts de desnivel que tenía cada vuelta…

Un rato enganché con un tandem de dos chicos, que iban con ruedas de monte, a ritmo constante machacón, me dijeron que habían hecho segundos en la Titan del año pasado. Estas dos primeras horas pasaron rápido, según el GPS estuve 2:05 andando e hice 63,09 km. Era el turno de Jordi, cambiar el relevo y a comer un poco y darle a las fotos.

Las dos horas de descanso se pasan volando, en bici se hace más largo 🙂 Daban las 12, entraba Jordi y salía yo. Lo hice con frio en el cuerpo, y me costó un rato entrar en calor. Encima, hubo en los minutos en los que nos acompañó una pequeña lluvia, fina pero que mojó al personal. En estas dos horas se veía la gente algo más relajada, no había la tensión de antes, aunque el grupo de cabeza iban a ritmo machacón, ya empezaba a tener bajas por el ritmo impuesto. Algunos saludaban al pasar, otros no, mal educados ha habido siempre y esto no va a cambiar. En este turno coincidí con una chica de otro box que iba a mi ritmo, estuvimos casi una hora a relevos y hablando, así se hace más ameno. Aquí las cervicales ya se iban cansando, y de piernas bien, no me podía quejar. En mi segundo turno, fueron 56 km y no llegué a las dos horas por 5´. Vuelta la box y turno de Jordi.

Ahora si que aproveché a comer algo y descansar, ya que el sueño empezaba a pasear. Daban las 03:30 y empezó a llover, ahora si que era lluvia, la gente iba parando a coger ropa y Jordi seguía constante. En este relevo salí con manguitos y chaleco, hacia fresco y encima, todo mojado. Me daba miedo la primera curva a izquierdas bajando, ya que se bajaba rápido. Llegaba Jordi y salía yo, dos horas por delante y yo había hecho mi reto.

Pasó la primera media hora y me vino un bajón de puta madre, mucho dolor muscular, se me quería subir la bola… joder, y todo por querer apretar. La cosa era acabar y había que hacerlo. Volví a coincidir con David, un chico de Madrid que iba sólo con el cual hablé bastante y me dio las gracias por despertarle, porque ya iba jodido. Su objetivo eran los 300 km e hizo 310, que para no haber dormido y tener dolor de muelas… Así que el circuito fue secando, vuelta a vuelta, ya más lentos por el cansancio, daban las 6 y me tocaba salir para ser relevado por Jordi. En este último relevo me salieron 52 km, agusto y contento, ya que la idea era hacer los 150 y los superé.

Buena ducha, comer algo y a recoger las cosas, para terminar haciendo unas fotos mientras había algo más de luz.

Daban las 8 de la mañana y la prueba finalizaba, ya pesaban las horas y alguna cara estaba desencajada. Jordi hizo 4 km más que yo y en total nos salieron 87 vueltas con una media de 28 km/h. Más que contentos para no haber entrenado nada. Todo con lógica y sensatez.

Ducha de Jordi, chocolate recién hecho por la organización y vuelta para casa, ya pensando en las próximas 24 horas… aunque ayer para ser sinceros, hubiera tirado la bici al contenedor 🙂

Un abrazo

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies